UN HOMENAJE
Un homenaje para mi, es un acto en el
que se enaltece a una persona. Es pues realmente un honor sentirme homenajeada.
Y más por personas que dedican tiempo, trabajo, arte a lo poco o mucho que yo
he hecho en la vida.
Quiero agradecer esa veneración, ese respeto
y honor hacia mi poesía y mi persona. No creo merecer tanto, pero sí he de
decir que me estimula y alegra, porque es un reconocimiento a lo que hice con
entusiasmo y amor: escribir. Y eso significa que de la lectura de mis libros
han surgido amigos entrañables, personas que aprecian mi entrega a la poesía.
Esas personas que eran desconocidas para mi, ahora son amigos entrañables que
me agasajan, que se inspiran en lo que he hecho, como Rocío Sánchez. ¿Y qué mejor premio que su
interés por mi trabajo, su arte y su amistad?
Para mí este homenaje es como una
ofrenda no de día de muertos, más bien de día y de noche de vivos. Vivos que me
honran con su dedicación, comprensión y amistad. Sí, este homenaje es como una
serenata de amor que desde el balcón de la distancia que nos separa, escucho y
aprecio su concesión y su belleza. Desde hace años, amo México, gracias a los
dueños del periódico de California: La
Oferta Review, Mary Andrade y Frankling, que un día me lo
presentaron desde la Oficina de Turismo de México en Michoacán. Y gracias a ellos, hoy, puedo decir que me siento muy mexicana.
Y si alguien ha apreciado mi poesía, en
mi trabajo literario, está también México. Han sido Estela Codero, "Estelita", Gabriel y, ahora su
amiga en común, la gran artista Rocío Sánchez, que se ha interesado e inspirado en mi libro LAS CUATRO
ESTACIONES, para crear y recrear su arte desde Guanajuato. Estelita a su paso por Sopetrán, es la que comenzó esta aventura de publicaciones, surgió con la profesora,escritora y editora, Elena Ortiz Muñiz, con esos libros publicados de La niña que fui y Chavelita. Pero mucho antes que
Estela y Rocío, ya estaban Juan Bosco, Silvia Huanosto, Gabriel Medrano, Raúl
González, Laura Solís y José Mendoza. Paty y su esposo el poeta Rubén Ahumada,
Adelfina y su esposo Servando Chávez, y años después, Carla Reyes, con la que publiqué las calaveritas
literarias en Salto al Reverso... Y tanta gente querida que no terminaría de hacer
una lista de nombres que son vivencias, trabajos, recuerdos inolvidables de mi México lindo… Y
ahora desde estas letras yo también quiero dar las gracias a todos. Quiero
homenajear una a una a cada persona y a tantas extraordinarias vivencias que me
han ayudado, inspirado, y he conocido allí en México.
Pero como sería interminable el recuento la lista de agradecimientos. Me centro en lo que mis amigos dicen de este libro que se estrena ya, este mes, escojo algún párrafo de lo que ellos expresan en las introducciones y los prólogos.
El profesor, Gabriel Medrano dice:
…"Además de lo ya aludido, el libro lleva implícito otros aspectos que no están materialmente manifiestos, las más de cuatrocientos páginas que conforman el texto bien se pueden traducir en largos viajes que Julie ha emprendido donde ha compartido sus vivencias con otros escritores, poetas, profesores y amigos; en horas y horas de escritura y sus posteriores correcciones; en lecturas e indagaciones que Julie Sopetrán realizó durante mucho tiempo, no sólo el año donde cada día escribió un poema que conforman las cuatro estaciones de este sugestivo libro; en constantes discusiones y análisis de la información; en días enteros dedicados al trabajo de escritorio para convertirlo en un excelente libro."
El profesor Raúl González añade sobre este libro:
"Las Cuatro Estaciones de Julie Sopetrán no
se leen, se viven. En ellas palpita el amor y la pasión de un cuerpo amado que,
palabra a palabra, revive, vibra y se eriza como si fuese la primera vez.
Y así, pasan ante nuestros ojos las cuatro
estaciones con todo y sus infinitas posibilidades, se viven en la oscuridad, al
cobijo de la luna, bajo el reflejo de la luz de una vela ¿qué más da? No hay
una hora ni un momento determinado para dar rienda suelta a la pasión y vivir
con el corazón desbocado y el alma a flor de piel.
Solo de esta forma, a besos, a impulsos, a
través de las caricias que desnudan un cuerpo y las miradas que erizan la piel
es posible que el poeta pueda entregarse a esa amante insaciable, dulce y
amarga a la vez que es la poesía.
Solo alguien con la sensibilidad de Julie logra dejar vulnerable a lo más profundo de la expresión y doblegarla a través de susurros hasta hacerla gritar de emoción. Sí, así es el erotismo de las plumas sensibles, las que se han rendido ante el peso de la expresión para resurgir de entre las cenizas con las lenguas de fuego de la hoguera lamiendo palmo a palmo el alma y el corazón."
Y la profesora Elena Ortiz Muñiz, también expone entre otras muchas cosas interesantes:
La palabra, el verso, el ritmo, la rima;
la sensibilidad, la experiencia, el oficio; la disposición para vivir, para
amar, para ahondar en el misterio de la creación poética… Son los recursos que
Julie Sopetrán emplea para escribir los poemas del libro. Como lo señalé al principio,
se dice fácil; pero sólo así ha podido alcanzar el objetivo implícito que traza
en la dedicatoria: “Porque el poeta / siempre está en deuda con su Musa”; sin
duda que en LAS CUATRO ESTACIONES Julie salda esa deuda, con sinceridad y
compromiso."
Carla Reyes de Salto al Reverso, también
me prometió unas palabras. Así como Estelita. Sé que las están terminando de escribir...
Y no puedo dejar a un lado a Laura y José
de Editorial Jitanjáfora, Morelia, Michoacán, ellos se hacen cargo de publicar
este libro, el tercero de mi Poesía Reunida. Su trabajo merece mi eterno
homenaje. Amigo lector, no dejes de visitar su editorial, libros cuidados,
elaborados con esmero. Extraordinaria colección de prestigio y profesionalidad.
Se pueden encargar los libros en:
EDITORIAL JITANJÁFORA
redutac@gmail.com
Muchas gracias a todos.